La Comisión Presidencial sobre Crecimiento Verde ha presentado un ambicioso plan para desarrollar la industria nacional de energías renovables. Priorizando las energías solar y eólica, Corea del Sur aspira a convertirse en una de las cinco mayores potencias del mundo en el sector de renovables, alcanzando el 15% del mercado mundial en 2015.
En los próximos cinco años se invertirá un total de 40 billones de wones -36.000 millones de dólares- en desarrollar fuentes renovables de energía e impulsar los nuevos motores de crecimiento económico. Concretamente, el Gobierno inyectará alrededor de 6.300 millones de dólares, mientras que el sector privado aportará los 29.700 millones de dólares restantes hasta 2015. La cantidad total se destinará a desarrollar tecnologías clave en energías renovables. Las industrias de energía solar y eólica se consolidarán como la columna vertebral de la economía nacional, junto con las dedicadas a semiconductores y construcción naval. Con ese fin, se asignarán 1,5 billones de wones –unos 1.300 millones de dólares- al desarrollo de 10 tecnologías básicas que incluyen una batería solar de última generación y la producción de energía eólica en el mar. Además, se destinarán 3 billones de wones –unos 2.600 millones de dólares- al desarrollo y localización de 8 materiales y equipos fundamentales, estableciendo la infraestructura tecnológica adecuada para la industria de energías renovables.
El "crecimiento verde de bajas emisiones de carbono" ha surgido recientemente como un reto importante en todo el mundo y el nuevo mercado de energías renovables está experimentando un crecimiento explosivo. Según el Ministerio de Economía y Conocimiento, el mercado global de renovables cifró 162.000 millones de dólares en 2009. Si continúa creciendo a una tasa media anual del 28,2%, se espera que alcance un capital de 400.000 millones de dólares en 2015 y hasta 1 billón de dólares en 2020, equiparándose al mercado mundial de automóviles.
No es exagerado decir que diversos países de todo el mundo participan en la guerra energética global y hacen todo lo posible para asegurar nuevas fuentes. Las energías solar y eólica, así como otras formas de energía alternativas, son reconocidas como fuentes de energía del futuro. Cabe afirmar que unas fuentes estables deben conformar la base del desarrollo económico y la competitividad nacional. Los países avanzados son conscientes de que las nuevas fuentes renovables de energía son un medio importante de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, además de crear empleo y fomentar la recuperación económica. Por este motivo, han comenzado a competir ferozmente por ganar presencia en el sector. China también ha empezado a realizar grandes inversiones en la industria de las renovables.
El nuevo plan de los sectores público y privado de Corea del Sur pretende superar las barreras tecnológicas impuestas por los países avanzados y la ventaja que aporta a China su gran magnitud. Si las estrategias en I+D, comercialización, refuerzo de infraestructuras, y promoción industrial y de mercado se pueden aplicar con éxito, el Gobierno y el sector privado cooperarán bajo los mismos objetivos y metas. Se espera que la nueva iniciativa siente las bases para que Corea del Sur sea uno de los países más importantes del mundo en energías renovables.
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